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domingo, 23 de febrero de 2014

El castillo de Guimarães: noble, de proporciones distinguidas, sin nada de agresivo

Castelo de GuimarãesEl castillo de Guimarães, en Portugal, localizado en el distrito de Braga, tiene una cierta nota de la suavidad lusa.

Es preciso haber estado en Portugal o tener en las venas sangre portugués – y por extensión brasileño – para poder saborearlo bien.

Ese castillo, todo de piedra, es un encanto.

Su aspecto exterior es muy noble. Con ventanas ornadas de vitrales teniendo dibujos bastante armoniosos.

Las proporciones son muy agradables, sin presentar nada de agresivo y sabiendo guardar bien las distancias y las jerarquías.

Para hacer una comparación a la manera del turista moderno, su dimensión equivaldría al área de unos tres o cuadro canchas de fútbol.

domingo, 16 de febrero de 2014

Fontaine-Henry: ¿antecámara del Paraiso terrestre?

Castelo de Fontaine-Henry: antecâmara do Paraíso terrestre
Castillo de Fontaine-Henry: antecámara del Paraíso terrestre

Europa medieval fue un mito que se realizó.

La Religión Católica transformó un continente poblado de bárbaros y romanos decadentes en un seminario del Cielo.

Los valores que los castillos encarnan son, en el fondo, valores religiosos. Porque son símbolos.

El lado simbólico es mucho más importante que el lado práctico y que el lado estético. Es por eso que nos agradan tanto.

¿Símbolos de qué?

El Paraíso Celeste es un lugar material. En él vivieron Adán y Eva antes del pecado original y en el vivirán los bienaventurados durante la eternidad.

Es un lugar donde Dios instaló cosas magníficas, castas y santas, para el hombre vivir inmerso en ellas. Es un mundo hecho de materia, pero de una materia que habla de Dios.

domingo, 9 de febrero de 2014

El castillo de Suscinio: afirmación, personalidad y combatividad

Castillo de Suscinio: fortaleza "de verano"
Castillo de Suscinio: fortaleza "de verano"
Próximo a una playa en la localidad de Sarzeau (Morbihan, Francia), el castillo de Suscinio proyecta su imponente figura. Fue construido en la segunda mitad del siglo XIV para servir de residencia de verano a los duques de Bretaña.

Su nombre deriva de la palabra bretona Ziskennoù, que significa “local de reposo para viajantes”, o “local donde se baja”.

Bretaña está rodeada de mares, arrecifes y acantilados peligrosísimos. El perpetuo rumor del mar es su música de fondo. Sus múltiples puertos son un refugio necesario.

Iniciado por el duque de Bretaña, Pierre de Dreux, en 1218, Suscinio sirvió al principio como residencia en los períodos de caza.

Sus descendientes, Juan I el Rojo, Juan IV y Juan V aumentaron mucho el castillo, construyendo en el siglo XV hasta casamatas para piezas de artillería.

Bretaña era un ducado virtualmente independiente ligado al Reino de Francia por lazos bastante genéricos.

Hasta que la última heredera de los duques, Ana de Bretaña (1477-1514) se casó con el Rey de Francia Luis XII en el castillo de Langeais, después de innúmeras peripecias políticas, guerras, tentativas de casamiento fracasadas viudeces e intrigas.

 
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