La clase noble se formó como una participación subordinada en el poder real.
Estaba a su cargo el bien común del orden privado, que era la conservación y el incremento de la agricultura y de la pecuaria, de las cuales vivían tanto nobles cuanto plebeyos.
Y también estaba a su cargo el bien común de orden público – debido a la representación del rey en la región – más elevado, de naturaleza más universal, y por eso intrínsecamente noble.
Por fin, tenía la nobleza alguna participación en el ejercicio del propio poder central del monarca, pues los nobles de categoría más elevada eran, en más de un caso, consejeros normales de los reyes.
Y nobles eran, en la mayor parte, los ministros de Estado, los embajadores y los generales, cargos indispensables para el ejercicio del gobierno supremo del País.
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Hace 1 día