Castillo de Chambord: el mayor palacio del valle del rio Loire |
El Castillo de Chambord es el palacio más grande del valle del rio Loire.
Al principio fue apenas un pabellón de caza para el rey Francisco I.
Fué construído entre 1519 y 1547 por arquitectos franceses. Pero se supone que Leonardo da Vinci haya sido responsable por el diseño del actual castillo.
Entre 1725 y 1733, Stanislas Leszczynski, rey depuesto de Polonia y suegro de Luis XV, vivió en Chambord.
En 1745, Luis XV dio el palacio a Maurice de Saxe, Mariscal de Francia, en reconocimiento por su valor en el combate.
En 1792, el gobierno revolucionario procedió a un verdadero saqueo: ordenó la venta del mueblaje, los paneles de las paredes y hasta los pisos fueron sacados y vendidos por el peso de la madera, las puertas hechas en paneles fueron quemadas como leña.
El conde de Chambord, último heredero primogénito de la corona nunca llegó a vivir en Chambord |
Una parte del castillo fue arreglada para recibirlo. La restauración puede ser visitada.
El conde de Chambord, último descendiente de la línea primogénita de Francia, entretanto, nunca llegó a reinar ni a vivir en el castillo.
Chambord continuó siendo restaurado y hoy es un conjunto sorprendente y maravilloso de torres sobre un esquema típicamente medieval.
¡Qué maravilloso conglomerado de torres!
¡Cuánta fuerza! ¡Cuánta solidez!
Al princípio, Chambord fué un pabellón de caza del rey Francisco I. |
Hay una nobleza en esos techos azulados que bajan tan armónicamente hasta la parte de mampostería de piedra, como también algo de vigoroso en esas rocas agarradas al piso que parecen decir:
“El que quiera derrumbarme se destroza; el que quiera arrancarme del suelo tiene que sacar al mundo de sus propios ejes, porque yo soy una torre del Castillo de Chambord y nadie me saca de aquí”.
¡Qué armonía misteriosa en esa conexión entre la fuerza y la delicadeza; entre el planeado del castillo y lo espontáneo aparente de la disposición de las torres!
¡Cómo es bello ver cualidades antitéticas juntas!
¿Por qué ofrecen belleza especial las cualidades armónicas opuestas cuando están juntas?
Castillo de Chambord: unidad en la variedad |
Por lo tanto, debe ser una de las exigencias del alma humana.
Así, el espíritu humano tiende a contemplar lo que es uno, pero también lo que es vario, diverso y animado.
En Chambord hay unidad en la variedad. Contemplándolo, mi alma reposa y al mismo tiempo de eleva a Dios.
¡Qué belleza, qué elegancia, qué distinción, qué nobleza, qué grandeza, que refinamiento!
Chambord: belleza, elegancia, distinción, nobleza, grandeza y refinamiento |
Con justicia, mirando para Chambord se puede exclamar: ¡Oh Señor Jesucristo, Vos sois la fuente de toda gracia, de toda gloria y de toda belleza. Yo Os adoro!
(Fuente: Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, 10/07/1972. Sin revisión del autor.
0 comentarios:
Publicar un comentario