El señor feudal en el aparecimiento de las regiones

Hirschhorn, Alemanha

En las nuevas circunstancias creadas por la planificación feudal, los hombres pudieron ir extendiendo sus vistas, sus reflexiones y sus actividades a campos gradualmente más vastos.

Se constituyeron entonces regiones modeladas frecuentemente por factores locales diversos, como las características geográficas, las necesidades militares, los intercambios de interés, el aflujo de multitudes de peregrinos a santuarios con mucha atracción, hasta en zonas distantes; como aun el aflujo de estudiantes a universidades de gran renombre y de comerciantes a ferias más reputadas.

Contribuyeron también para caracterizar tales regiones afinidades psicológicas peculiares, derivadas de los más variados factores: la tradición de luchas conducidas en común, a veces por mucho tiempo, contra un adversario externo; las semejanzas de lenguaje, de costumbres, de expresiones artísticas, etc.


El bien común regional abarcaba así los diversos bienes comunes más estrictamente locales. Era, por eso mismo, más alto y más noble.

Berna, Suíça

La redes del mando de ese bien común regional acababan normalmente en las manos de algún señor de más amplios dominios, más poderoso, más representativo de la región entera, y así más capaz de aglutinar las varias partes, reuniéndolas en un solo todo sin perjuicio de las respectivas autonomías: todo eso para efectos de guerra como para las actividades inherentes a la paz.

A ese señor regional – él propio miniatura del rey en la región, como el simple señor propietario lo era en la localidad más restringida – le tocaba así una situación, con un conjunto de derechos y deberes intrínsecamente más nobles.

Tomar, Portugal

Así, el señor feudal – el propietario-señor noble de cuyo derecho de propiedad participaba un gran número de trabajadores manuales a través de una ligación un tanto parecida con las actuales enfiteusis – quedaba debiendo a su respectivo señor un vasallaje análogo, si bien que no idéntico, al que ese señor, a su vez, prestaba al rey.

En el tope de la jerarquía social se iba formando de ese modo una jerarquía de nobleza.

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