Fontainebleau fue construído por reyes de la Casa de Valois y fue habitado por los Bourbons. Despúes fue conspurcado por los Bonapartes.
La fachada lateral de Fontainebleau da una cierta idea del castillo. Es luminosa.
El techo no es enteramente horizontal, y de vez en cuando es interrumpido por altos cuerpos de edificios.
La fachada tiene una sucesión de ventanas, pero hay unos paneles, que interrumpen la sucesión.
En la fachada principal de Fontainerbleau se ve el gusto francés por la armonía y por la medida.
Hay una armonía extraordinaria entre el primer y segundo piso.
Las buhardillas del segundo piso hacen arco para el piso de entrada. Se ve lo inefable, la proporción en todo.
Hay una variedad que aun recuerda el variado gótico: los varios pabellones.
El fer-à-cheval (herradura) es la escalinata más famosa del mundo. Es llamada de herradura, porque la parte central se parece vagamente al esquema de una herradura.
Hay un movimiento extraordinario de la escalinata. Se desarrolla, se cierra, se abre en una recta, vuelve atrás un poco, se abre más de nuevo, y después repentinamente cambia de dirección.
Al mismo tiempo, el pasamano de un lado hace movimientos que no son análogos, pero que son de una agradable proporción con el movimiento del otro lado.
Hay una elegancia de vaivén. Una persona muy elegante que bajase la escalinata haría vagamente esos movimientos.
Eso tiene algo de humano, noble, que es inexpresable.
Abajo hay una puerta de entrada que no es la puerta noble. La planta baja no era nunca el piso noble.
El piso noble era siempre el primero. Allí está la puerta noble y el busto de un personaje que se quiso glorificar.
El principio monárquico y el aristocrático están fuertemente representados con la mayor distinción.
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