En la Edad Media hay muchas cosas: hay, por una parte, asolamiento de ciudades, caída de imperios, lucha de razas, confusión de gentes, violencias, gemidos; hay corrupción, hay barbarie, hay instituciones caídas e instituciones bosquejadas; los hombres van a donde van los pueblos; los pueblos, adonde otro quiere y ellos no saben; y hay la luz que basta para ver que todas las cosas están fuera de su lugar y que no hay lugar para ninguna cosa: la Europa es el caos.
Pero además del caos hay otra cosa: hay la Esposa inmaculada del Señor, y hay un grande suceso, nunca visto de las gentes: hay una segunda creación, obrada por la Iglesia.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Edad Media: “segunda Creación” obra de la Iglesia
lunes, 3 de septiembre de 2012
San Gregorio Magno: baluarte de la Edad Media naciente – 2
Capitán, rey, pontífice, padre del pueblo
Una triste situación se presentaba ante el nuevo Papa. La Iglesia estaba en deplorable estado y necesitaba de una mano firme que la reformara.
En África, imperaba la herejía donatista; en España, la arriana; en Inglaterra, la idolatría; y en la Galia, la simonía, los crímenes de Fredegunda y los errores de Brunilda.
En Italia, los lombardos, que eran arrianos y rivales del poder imperial, hacían devastaciones. En Oriente, se manifestaba la arrogancia de los patriarcas de Constantinopla y la mala voluntad de los emperadores bizantinos que, no pudiendo defender ni gobernar Italia, quedaban con celos al ver que los Papas cumplían ese papel.
En fin, en todas las fronteras del Imperio Romano, hordas de bárbaros amenazaban acabar con lo que restaba de pie en ese mundo en transición.