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lunes, 28 de julio de 2014

Momento providencial en que apareció Carlomagno

Carlomagno implora a Dios la victória en la batalla.  Vitral de Carlomagno. Catedral de Chartres, Francia.
Carlomagno implora a Dios la victória en la batalla.
Vitral de Carlomagno. Catedral de Chartres, Francia.

Lea el post anterior: Carlomagno: el Moisés de la Cristiandad medieval


El Imperio romano cristianizado había sido derrocado por la avalancha de los bárbaros. Los bárbaros eran todos o arrianos o paganos.

El arrianismo era una herejía que puede ser vagamente comparada al protestantismo. El arriano era tan anticatólico cuanto lo es el protestante, es decir, separado de la Iglesia, hereje, excomulgado, enemigo.

Un obispo arriano llamado Ulfilas había pervertido a los paganos bárbaros para la religión arriana.

De manera que gran parte de los bárbaros que invadieron el Imperio Romano, que era católico, venían con la intención de imponer la religión arriana.

Otros eran paganos, y la intención de ellos era imponer el paganismo.

Unos y otros eran bárbaros. Y como bárbaros, eran incompatibles por hábito, por psicología, por tendencia natural, a la civilización.

Se establecieron en el Imperio Romano de Occidente, y fueron destruyendo – queriendo o no queriendo – la civilización.

lunes, 14 de julio de 2014

Carlomagno: el Moisés de la Cristiandad medieval

Carlomagno, miniatura del siglo XV.  British Library
Carlomagno, miniatura del siglo XV.
British Library

Lea el post anterior: En el 1200º aniversario: Carlomagno a la luz dorada de la Historia y de la leyenda

El Profesor Plinio Corrêa de Oliveira tejió los siguientes comentarios sobre el gran emperador.

Nosotros leemos lo siguiente sobre Carlomagno, en la gran “Historia Universal” de Juan Bautista von Weiss, historiador alemán católico condecorado por el Papa Beato Pio IX con la orden de San Gregorio.

“En el 772, con 30 años, Carlos tomó el gobierno del reino de los francos. Con razón Carlos se llamó Magno. Mereció ese nombre como general y conquistador, como ordenador y legislador de su inmenso imperio y como incentivador de toda la vida espiritual de Occidente.

Por su gobierno, las ideas cristianas alcanzaron victorias sobre los bárbaros. Su vida fue una constante lucha contra la grosería y la barbarie, que amenazaban a la Religión Católica y a la nueva cultura que nacía.

Nada menos que 53 expediciones militares fueran emprendidas por él, a saber: dieciocho contra los sajones, una contra Aquitania, cinco contra los lombardos, siete contra los árabes, de España, una contra los turíngeos, cuatro contra los ávaros, dos contra los bretones, una contra los bávaros, cuatro contra los eslavos, cinco contra los sarracenos de Italia, tres contra los dinamarqueses y dos contra los griegos.

En la Navidad del año 800, el Papa San León lo elevó a la dignidad de Emperador, fundando así la más noble institución temporal de la Cristiandad, el Sacro Imperio Romano Germánico.

El 29 de febrero de 814, Carlos falleció, después de haber recibido la Sagrada Comunión. Fue enterrado, según la leyenda, en un nicho de la Catedral de Aix-la-Chapelle, en posición erecta, sentado en un trono, ceñido de espada y con el libro de los Evangelios en las manos.

lunes, 7 de julio de 2014

En el 1200º aniversario: Carlomagno a la luz dorada de la Historia y de la leyenda

Busto-relicario de Carlomagno.  Fondo: catedral de Aachen, Alemania, capital de seu imperio
Busto-relicario de Carlomagno.
Fondo: catedral de Aachen, Alemania, capital de seu imperio
El 28 de enero de 2014, la Cristiandad conmemoró 1.200 años del fallecimiento del emperador Carlomagno (*748 – †814). En su persona el Papa instituyó el Sacro Imperio Romano Germánico, obra prima del orden social y político cristiano, hoy desgraciadamente puesto de lado.

Eventos culturales del más alto nivel están anunciados por toda Europa para conmemorar la fecha.

El Museo Nacional de Suiza, por ejemplo, le consagra una exposición especial reuniendo objetos prestigiosos, verdaderas reliquias, prestados por numerosos museos e instituciones suizas y extranjeras.

Es difícil –reconocen los organizadores – montar el cuadro completo de los inmensos progresos que el gran emperador católico, venerado en ciertas diócesis como Beato, trajo para la civilización Cristiana.

En los dominios de la educación, del arte, de la arquitectura y de la religión, no hubo como él.
Salas temáticas serán consagradas a la personalidad del gran Carlos y sus colaboradores más próximos. A su imperio, a los conventos, iglesias y palacios que mandó construir y retratan de modo vivo su época de influencia personal en las décadas de 740 a 900.

Otro tema es el culto dado a Carlomagno por la Iglesia Católica.

 
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